Vacuna antirrábica
Se utiliza para la prevención de la rabia en individuos con riesgo de infección; tratamiento de la infección rábica posible o confirmada.
Se utiliza para la prevención de la rabia en individuos con riesgo de infección; tratamiento de la infección rábica posible o confirmada.
Está indicada para la profilaxis activa de poliomielitis en lactantes, niños y adultos.
Se utiliza para la inmunización activa frente a infección por poliovirus 1, 2 y 3 en niños y hasta los 18 años.
Se utiliza para la inmunización activa frente a la rubéola en > 12 meses, niñas prepuberales y mujeres en edad fértil si no están embarazadas y previenen un embarazo durante 3 meses tras la inmunización.
Se utiliza para la inmunización activa frente al sarampión, parotiditis, rubéola y varicela en niños desde los 11 meses hasta los 12 años.
Se utiliza para profilaxis de sarampión y rubéola.
Se utiliza para la inmunización activa en niños ≥ 9 meses, adolescentes y adultos frente a parotiditis, sarampión y rubéola.
Se utiliza para la inmunización activa frente a sarampión, en niños > 15 meses y adultos susceptibles (niños < 15 meses en alguna situación).
Se utiliza para la inmunización activa contra encefalitis japonesa en los adultos, adolescentes, niños y lactantes > 2 meses.
Se utiliza para la inmunización activa frente al tétanos. Profilaxis frente a tétanos en caso de heridas.
Se utiliza para la inmunización activa frente a enfermedad causada por V. cholerae, serogrupo O1 en ads. y niños ≥ 2 años que visiten área endémica o epidémica.
Se utiliza para la inmunización activa para prevenir la COVID-19, causada por el virus SARS-CoV-2, en personas ≥18 años.
Se utiliza para la inmunización activa para prevenir la COVID-19 causada por SARS-CoV-2 en personas ≥ 18 años.
Prevención de la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2 en pacientes > 18 años.
Se utiliza para la inmunización activa para prevenir la COVID-19, causada por el virus SARS-CoV-2.
Protege contra la poliomielitis, una infección vírica muy contagiosa que afecta a la médula espinal y al encéfalo. La poliomielitis causa debilidad muscular permanente, parálisis y, a veces, la muerte.
Ayuda a proteger contra las infecciones bacterianas causadas por Hib, como la neumonía y la meningitis.
Protege contra las infecciones causadas por la bacteria Neisseria meningitidis (meningococos).
Profilaxis de la gripe, especialmente aquellas personas que presenten un riesgo mayor de complicaciones asociadas.