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Lamivudina tabletas

DESCRIPCIÓN:
La lamivudina es un fármaco que se utiliza para el tratamiento de las infecciones víricas, tanto para el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) como para el virus de la hepatitis B.

COMPOSICIÓN:
Cada tableta contiene lamivudina 150 mg. Excipientes, c.s.p. 1 tableta.

CÓDIGO ATC:
J05AF05.

INDICACIONES TERAPÉUTICAS:
Se emplea generalmente con otros antirretrovíricos, para la terapia combinada de las infecciones por el VIH. También se utiliza en el tratamiento de la hepatitis B crónica.

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:
Absorción: la lamivudina se absorbe bien del intestino en adultos, tiene una biodisponibilidad de 80-85%. Una vez administrada por vía oral, el tiempo promedio (Tmáx.) para alcanzar las concentraciones máximas (Cmáx.) es de una hora aproximadamente. A dosis terapéuticas, es decir 4 mg/kg/día (administrado c/12 horas), la Cmáx. es del orden de 1.0 a 1.9 µg/mL.
Metabolismo y eliminación: la eliminación sistémica promedio es de aproximadamente 0.32 L/h/kg, predominando la vía renal (> 70%), a través del sistema orgánico de transporte de cationes y escaso metabolismo hepático (< 10%).
Su metabolito activo, el trifosfato de lamivudina intracelular, tiene una prolongada vida media celular (16-19 horas), en comparación con la vida media plasmática (5-7 horas). En 60 adultos voluntarios sanos, la dosis de 300 mg de lamivudina una vez al día demostró ser farmacocinéticamente equivalente a la dosis de equilibrio de 150 mg dos veces al día con respecto al ABC del trifosfato de lamivudina intracelular y a la Cmáx.
La lamivudina es un análogo nucleósido sintético que es fosforilado en el interior de las células y transformado a su metabolito activo 5’-trifosfato. Este trifosfato detiene la síntesis de ADN de los retrovirus, incluido el VIH, mediante la inhibición competitiva de la transcriptasa inversa y su incorporación al ADN vírico. La lamivudina es también activa frente al virus de la hepatitis B.
Se ha demostrado que la lamivudina actúa en forma sinérgica o aditiva con otros agentes anti VIH en particular con la zidovudina, al inhibir la replicación del VIH en cultivos celulares.
También se ha demostrado in vitro baja citotoxicidad a los linfocitos de sangre periférica, así como a las líneas celulares de linfocitos, monocitos-macrófagos y, a muchas de las células madre de la médula ósea.
La resistencia del VIH-1 a la lamivudina involucra un cambio de aminoácido M184V cercano al sitio activo de la TR. Esta variante ocurre in vitro y aparece en los VIH-1 de pacientes que han recibido tratamiento con lamivudina. Estas mutaciones M184V muestran reducida susceptibilidad a la lamivudina y disminución in vitro de su capacidad replicatoria.
Se ha informado de reducción en la susceptibilidad in vitro a la lamivudina en virus de pacientes tratados con lamivudina. Evidencia de estudios clínicos muestran que la combinación de zidovudina y lamivudina retrasa la emergencia de virus resistentes a la zidovudina en pacientes sin tratamiento antirretroviral previo.

REACCIONES ADVERSAS:
Se han reportado diversos efectos adversos durante el tratamiento de la infección por VIH con lamivudina sola o en combinación con otros agentes antirretrovirales. Debe tenerse en cuenta, que en muchos casos no es claro si los eventos adversos se relacionan a los medicamentos o son resultado de la enfermedad subyacente.
Los efectos adversos más frecuentes de la lamivudina son dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, cefalea, fiebre, erupciones cutáneas, alopecia, malestar, insomnio, tos, síntomas nasales, artralgia, dolor osteomuscular y neuropatía periférica. En raras ocasiones se ha producido rabdomiólisis.
La pancreatitis es la principal toxicidad clínica de la lamivudina en pacientes pediátricos. Se han producido neutrocitopenia y anemia (generalmente cuando se administra junto con zidovudina), trombocitopenia y aumento de enzimas hepáticas y rara vez casos de hepatitis. Se ha descrito acidosis láctica, normalmente asociada con hepatomegalia grave y esteatosis, durante el tratamiento con inhibidores nucleosídicos de la transcriptasa inversa.
Efectos sobre la sangre: aunque la anemia por lamivudina se produce generalmente cuando se emplea en combinación con zidovudina, se ha registrado un caso de anemia grave en un hombre de 62 años infectado por el VIH, a quien se le administró lamivudina sin zidovudina.
Efectos sobre el cabello: la pérdida de cabello se relacionó con el tratamiento con lamivudina en 5 pacientes.
Efectos sobre el sistema nervioso: se ha descrito una exacerbación de la neuropatía periférica en un paciente después de sustituir lamivudina por zalcitabina.
Efectos sobre las uñas: se describió paroniquia en 12 pacientes infectados por el VIH, que recibieron lamivudina. En un estudio posterior 6 pacientes desarrollaron paroniquia durante el tratamiento con lamivudina en combinación con indinavir.
Hipersensibilidad: un paciente presentó angioedema, urticaria y reacción anafilactoide 30 minutos después de recibir la primera dosis de lamivudina.

PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS:
No se recomienda el uso de lamivudina como monoterapia. Debe advertirse a los pacientes que los tratamientos antirretrovirales actuales incluyendo a lamivudina no han probado evitar el riesgo de transmisión del VIH ya sea por contacto sexual o por contaminación sanguínea. Deben emplearse las precauciones apropiadas.
Los pacientes que reciben lamivudina o cualquier otro tratamiento antirretroviral pueden desarrollar infecciones oportunistas y otras complicaciones de la infección por VIH, por lo que deben permanecer bajo vigilancia clínica estrecha por médicos con experiencia en el tratamiento de pacientes con enfermedades asociadas al VIH.
El tratamiento con lamivudina debe suspenderse en los pacientes que desarrollen dolor abdominal, náuseas o vómitos, o tengan unos resultados anormales de los análisis bioquímicos, hasta que se haya descartado una pancreatitis.
El tratamiento con lamivudina puede producir acidosis láctica y debe interrumpirse si se detecta un aumento rápido de la concentración de aminotransferasa, hepatomegalia progresiva o acidosis metabólica o láctica de etiología desconocida. La lamivudina debe emplearse con precaución en pacientes con hepatomegalia u otros factores de riesgo de hepatopatía.
En pacientes con hepatitis B crónica existe el riesgo de que aparezca una hepatitis de rebote al suspender el tratamiento con lamivudina, por lo que en estos pacientes debe controlarse la función hepática. La posibilidad de que exista una infección por VIH debe excluirse antes de iniciar el tratamiento con lamivudina para la hepatitis B, ya que las dosis bajas empleadas para tratar esta última propician el desarrollo de cepas de VIH resistentes a la lamivudina.
La dosis de lamivudina debe reducirse en pacientes con insuficiencia renal moderada o grave, aclaramiento de creatinina (ClCr) inferior a 50 mL/min.

CONTRAINDICACIONES:
La lamivudina está contraindicada en los pacientes con hipersensibilidad conocida a la lamivudina, o a cualquiera de los componentes de la fórmula.

INTERACCIONES:
La excreción renal de la lamivudina se inhibe por la administración simultánea de otros fármacos que se eliminan principalmente por secreción renal activa, por ejemplo, la TMP-SMZ. Las dosis profilácticas habituales de TMP-SMZ no suelen requerir una disminución de la dosis de lamivudina a menos que el paciente tenga insuficiencia renal, si bien hay que evitar la administración conjunta de lamivudina con dosis elevadas de TMP-SMZ, como las empleadas en la neumonía por Pneumocystis carinii y en la toxoplasmosis. Aunque no suele haber interacciones clínicamente significativas con la zidovudina, en ocasiones se ha descrito anemia grave en pacientes tratados con lamivudina en combinación con la zidovudina. La lamivudina puede antagonizar la acción antivírica de la zalcitabina, por lo que no deben emplearse ambos fármacos simultáneamente.
La activación intracelular de la estavudina y, en consecuencia, su efecto antivírico, pueden ser inhibidos por la zidovudina, la doxorubicina y la ribavirina.
La administración de estavudina con otros fármacos que causan pancreatitis o neuropatía periférica debe evitarse en la medida de lo posible.
En un paciente que recibía profilaxis para el VIH con indinavir se produjo una crisis hipertensiva debida a la administración de fenilpropanolamina y clemastina, lamivudina y estavudina. La causa más probable fue una interacción entre la fenilpropanolamina y la estavudina, aunque no deben descartarse posibles interacciones con otros antirretrovíricos.

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:
Existe poca información disponible sobre la seguridad del uso de la lamivudina durante el embarazo. Los estudios han confirmado que la lamivudina atraviesa la barrera placentaria; por lo cual, su uso durante el embarazo deberá ser considerado sólo si los beneficios superan ampliamente los factores de riesgo. Aunque los resultados de estudios en animales, no siempre son predictivos de la respuesta en humanos, los hallazgos en conejas sugieren que existe el riesgo potencial de pérdidas embrionarias tempranas.
Los expertos recomiendan que las madres infectadas por el VIH, no amamanten a sus hijos para evitar el contagio. Posterior a la administración oral de la lamivudina, éste se excretó en la leche materna en concentraciones similares a las séricas. (1-8 µg/mL). Debido a que la lamivudina y el virus aparecen en la leche materna, se recomienda que las madres que reciben lamivudina no amamanten a sus hijos.

SOBREDOSIFICACIÓN Y TRATAMIENTO:
Existen datos limitados sobre las consecuencias de la ingesta de sobredosis agudas en humanos. No se han identificado signos o síntomas específicos relacionados con las sobredosis.
En caso de ingesta de una sobredosis el paciente deberá ser observado de manera estrecha y se aplicará el tratamiento sintomático según sea necesario. Debido a que la lamivudina es dializable, la hemodiálisis continua puede ser usada en el tratamiento de la sobredosis, aunque esto no ha sido estudiado.

DOSIFICACIÓN Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:
Vía de administración: oral.

Dosis adultos:

1) Infección por VIH:

a) 150 mg vía oral dos veces al día o 300 mg una vez al día.

2) Profilaxis de la infección perinatal por VIH:

a) 150 mg de lamivudina vía oral más 600 mg de zidovudina vía oral a la madre al inicio del trabajo de parto, seguido de 150 mg de lamivudina vía oral cada 12 horas más 300 mg de zidovudina cada 3 horas hasta el alumbramiento; después del parto el neonato deberá recibir 2 mg/kg de lamivudina vía oral, más 4 mg/kg de zidovudina vía oral cada 12 horas durante 7 días.

3) Hepatitis viral crónica, tipo B:

a) 100 mg vía oral una vez al día.

4) Quimioprofilaxis después de exposición ocupacional a VIH:

a) 150 mg/dosis dos veces al día combinada con zidovudina 200 mg tres veces al día o 300 mg dos veces al día, mas indinavir 800 mg tres veces al día como fármacos de primera línea después de exposiciones para las cuales se recomienda profilaxis.

PRESENTACIÓN:
Caja conteniendo 1 frasco con 30 tabletas.

RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO:
Consérvese en lugar fresco y seco a no más de 30°C.
Protéjase de la luz.

LEYENDA DE PROTECCIÓN:
Mantener este y todos los medicamentos fuera del alcance de los niños.

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Método de venta común

Con receta médica.
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