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Gentamicina solución inyectable

DESCRIPCIÓN:
La gentamicina es un aminoglucósido, producido por la Micromonospora purpurea, utilizado como antibiótico de amplio espectro y acción bactericida para el tratamiento de infecciones causadas por bacilos gramnegativos, como Pseudomonas aeruginosa, Klebsiella pneumoniae o Proteus mirabilis. Aunque también es activo, en menor medida, para bacterias grampositivas, como Staphylococcus aureus o Enterococcus faecalis, se prefiere el uso de medicamentos menos tóxicos.

COMPOSICIONES:
Cada 100 mL de gentamicina sulfato contienen 100 mg. Concentración 1 mg/mL.
Cada 100 mL de gentamicina sulfato contienen 300 mg. Concentración 3 mg/mL.

CÓDIGO ATC:
D06AX07, J01GB03, S01AA11, S02AA14, S03AA06.

INDICACIONES TERAPÉUTICAS:
La gentamicina está indicada en el tratamiento, a corto plazo, de las infecciones graves producidas por cepas
de bacilos aeróbicos gram negativos y bacilococos sensibles a gentamicina.
Las principales indicaciones son las siguientes:
– Septicemia (incluyendo bacteriemia y sepsis neonatal).
– Infecciones de la piel y tejidos blandos (incluyendo quemaduras).
-Infecciones de las vías respiratorias incluyendo pacientes con fibrosis quística.
– Infecciones del SNC (incluyendo meningitis y ventriculitis).
– Infecciones complicadas y recurrentes de las vías urinarias.
– Infecciones óseas, incluyendo articulaciones.
– Infecciones intra-abdominales, incluyendo peritonitis.
– Endocarditis bacteriana.

FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:
Dado que la gentamicina se administra por vía intravenosa, la biodisponibilidad es 100%. En pacientes adultos tras una infusión intravenosa de 1-2 mg/kg durante 30-60 min cada 8 o 12 h producen concentraciones plasmáticas pico del orden de 4-10 mg/L que corresponden en la mayoría de los casos a niveles valle menores a 1 mg/L.
En pacientes con función renal normal, las concentraciones séricas máximas de gentamicina (μg/mL) son por lo general hasta cuatro veces la dosis intramuscular única (mg/kg); p.ej., es previsible que una inyección de 1.0 mg/kg produzca en adultos una concentración sérica máxima de hasta 4 μg/mL; una dosis de 1.5 mg/kg puede producir concentraciones de hasta 6 μg/mL.
La gentamicina se distribuye rápida y ampliamente por el líquido extracelular, incluyendo suero, abscesos, líquido ascítico, pericardio, pleural, sinovial linfático y peritoneal.
Se han encontrado concentraciones elevadas de gentamicina en orina y concentraciones menores en espacio subaracnoideo, bilis, leche materna, tejido ocular, humor acuoso, secreciones bronquiales, esputo y fluido cerebro-espinal (CSF). En adultos no atraviesa la barrera hematoencefálica a dosis terapéuticas, si bien cuando existe inflamación de las meninges la penetración aumenta levemente. Se alcanzan niveles más elevados en recién nacidos que en adultos.
El volumen de distribución es aproximadamente de 0.2-0.4 L/kg y aclaramiento de 60- 100 mL/kg/h.
Las dosis usuales producen concentraciones terapéuticas en diversos líquidos del organismo que fundamentan su utilización en las indicaciones que se señalan.
La gentamicina se excreta principalmente por filtración glomerular, en forma de producto activo, eliminándose en 24 horas un 70% de la dosis administrada, alcanzándose niveles en orina de más de 100 microgramo/mL. Pacientes con alteraciones de la función renal o presión glomerular disminuida, excretan la droga mucho más lentamente (prolongación de la vida media sérica). Se debe vigilar cuidadosamente la función renal y ajustar la dosis.
La gentamicina es un antibiótico del grupo de los aminoglucósidos que es activo in vivo e in vitro frente a gran variedad de bacilos aeróbicos gram negativos así como frente algunos bacilo-cocos gram negativos y cocos gram positivos. Ejerce un efecto bactericida sobre Enterobacteriaceae, pero muestra actividad bacteriostática frente a muchos microorganismos.
La gentamicina es transportada de forma activa a través de la membrana bacteriana, se une irreversiblemente a una o más proteínas receptoras específicas de la subunidad 30S de los ribosomas bacterianos e interfiere con el complejo de iniciación entre el ARNm y la subunidad 30S. El ADN puede leerse de forma errónea, lo que da lugar a la producción de proteínas no funcionales; los polirribosomas se separan y no son capaces de sintetizar proteínas. Esto da lugar a un transporte acelerado de gentamicina, con lo que aumenta la ruptura de las membranas citoplasmáticas de las bacterias y la consiguiente muerte celular.

REACCIONES ADVERSAS:
Trastornos renales: nefrotoxicidad: elevaciones de la creatinina sérica, albuminuria, presencia en la orina de cilindros, leucocitos o eritrocitos, azotemia y oliguria.
Trastornos del oído y del laberinto: neurotoxicidad-ototoxicidad: tóxicidad del VIII par craneal: pérdida de la audición, vértigo, daño coclear incluyendo pérdida de la audición en frecuencias altas, pueden producirse mareos, ataxia, vértigo, tinnitus, zumbido de oídos y pérdida de audición.
Trastornos del sistema nervioso: neurotoxicidad-bloqueo neuromuscular: parálisis muscular aguda y apnea, entumecimiento, hormigueo, espasmos musculares y convulsiones, cefalea y temblores.
Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo: erupción en la piel, enrojecimiento y elevación de la temperatura en el lugar de inyección.
Trastornos gastrointestinales: náuseas, vómitos.
Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo: parestesia, artralgia.
Trastornos generales y alteraciones en el lugar de la administración: dolor en el sitio de la inyección.
Trastornos de la sangre y del sistema linfático: eosinofilia, anemia.
Trastornos cardíacos: hipotensión; hipomagnesemia.

PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS:
La gentamicina se administrará únicamente cuando no exista otra alternativa terapéutica y se pueda realizar monitorización en pacientes con alteración de la función renal, en tratamientos prolongados o cuando se emplean dosis superiores a las recomendadas, por haber sido comunicados trastornos del octavo par craneal y de la función renal.
Con el fin de prevenir potenciales efectos tóxicos en determinados pacientes, deben monitorizarse los niveles plasmáticos de gentamicina, evitando concentraciones pico superiores a 12 mg/mL y valle superiores a 2 mg/mL. La aparición de signos de nefro u ototoxicidad determinará un reajuste de la dosificación o de la suspensión del tratamiento según los casos.
El régimen antibiótico de gentamicina debe ser revisado tan pronto como sea posible según el tipo de bacteria y la susceptibilidad a los agentes antimicrobianos.
La neurotoxicidad, se manifiesta como ototoxicidad auditiva bilateral y/o vestibular. En primer lugar suele producirse pérdida de audición en las frecuencias altas, detectable únicamente por audiometría. Puede aparecer vértigo, pudiendo ser indicio de lesión vestibular. El riesgo de ototoxicidad por aminoglucósidos está en relación con el grado de exposición tanto con las concentraciones plasmática pico como valle. Los pacientes que desarrollan lesiones cocleares o vestibulares pueden no manifestar síntomas durante el tratamiento que advierta de la toxicidad del VIII par craneal, pudiendo producirse pérdida auditiva bilateral total o parcial irreversible, una vez finalizado el mismo. La ototoxicidad debida a aminoglucósidos es, generalmente, irreversible.
La nefrotoxicidad producida por los aminoglucósidos se caracteriza por la existencia de numerosos trastornos renales, afectando principalmente a las células del túbulo proximal, ya que en el córtex se produce acumulación del fármaco. Se produce reabsorción del aminoglucósido a nivel del túbulo renal, con el subsiguiente almacenamiento en las células tubulares. Se manifiesta como una disminución del aclaramiento de creatinina y suele ser reversible al finalizar el tratamiento. Puede aparecer hematuria, aumento o disminución de la frecuencia de la micción o del volumen de orina, la alteración del sedimento con cilindruria y enzimuria.
El riesgo de ototoxicidad y nefrotoxicidad, inducida por gentamicina es mayor en pacientes con función renal alterada y en aquellos que reciben la dosis terapéutica durante un período de tiempo prolongado, así como terapias concomitantes con otros agentes ototóxicos o nefrotóxicos. Otros factores que pueden aumentar el riesgo de toxicidad son la edad avanzada y la deshidratación.
Debido a las elevadas concentraciones de gentamicina en la orina y en el aparato excretor, los pacientes deben estar bien hidratados para evitar o minimizar la irritación química de los túbulos renales.
Se debe usar con precaución en pacientes con alteraciones musculares graves tales como miastenia gravis o Parkinson ya que puede agravarse la debilidad muscular y por su efecto curarizante.
Se aconseja no emplear la dosis única diaria en pacientes inmunocomprometidos, insuficiencia renal y embarazo.
La duración del tratamiento con gentamicina 3 mg/mL solución para perfusión intravenosa no debe exceder de un período de 10 días. Únicamente en casos especiales, el tratamiento puede prolongarse.
En caso de intervención quirúrgica, se debe informar al anestesista de la administración de este medicamento.
volumen de orina, la alteración del sedimento con cilindruria y enzimuria.
En caso de aparecer sobreinfecciones producidas por gérmenes resistentes, debe suspenderse el tratamiento y aplicarse la terapia adecuada.
No se ha establecido la seguridad en tratamientos prolongados más allá de 14 días.

CONTRAINDICACIONES:
La gentamicina está contraindicada en pacientes con historia de hipersensibilidad y reacciones graves a la gentamicina o a otros aminoglucósidos. No debe administrarse simultáneamente con productos neuro o nefrotóxicos ni con potentes diuréticos.

INTERACCIONES:
Son posibles las siguientes interacciones medicamentosas:
– Con otros aminoglucósidos o capreomicina, puede aumentar el riesgo de ototoxicidad, nefrotoxicidad y de bloqueo neuromuscular.
– Con amfotericina, vancomicina, agentes inmunosupresores, agentes citotóxicos (ciclosporina o cisplatino), cefalosporinas (cefalotina) ó diuréticos potentes (ácido etacrínico y furosemida) se incrementa la ototoxicidad y/o nefrotoxicidad.
– Con sales de magnesio puede verse incrementado el efecto bloqueante neuromuscular.
– Con metoxiflurano puede aumentar el riesgo de nefrotoxicidad. Los diuréticos potentes como el ácido etacrínico y la furosemida incrementan la ototoxicidad de la gentamicina.
– Los anestésicos hidrocarburos halogenados por inhalación, transfusiones masivas de sangre citratada y bloqueantes neuromusculares (pancuronio y tubocurarina), pueden potenciar el bloqueo neuromuscular.
– Con bloqueantes neuromusculares, como por ejemplo pancuronio y tubocurarina, pueden potenciar el bloqueo neuromuscular dando lugar a una prolongada debilidad del músculo esquelético con casos de parálisis respiratoria, por su efecto aditivo al competir el aminoglucósido con la acetilcolina en la placa neuroefectora.
– Los antihistamínicos, buclizina, ciclizina, loxapina, meclozina, fenotiazinas, tioxantenos o trimetobenzamida, pueden enmascarar los síntomas de ototoxicidad de los aminoglucósidos.
– Si hay absorción sistémica de malatión, pueden interaccionar dando lugar a depresión respiratoria.
– Los analgésicos opiáceos pueden aumentar los efectos depresores respiratorios a nivel central.
– Con antibióticos polipeptídicos (colistina, polimixina) puede aumentar el riesgo de nefrotoxicidad y/o de bloqueo neuromuscular que puede dar lugar a depresión o parálisis respiratoria (apnea).
– Con antibióticos b-lactámicos (penicilina) se puede originar una inactivación mutua significativa.
– Con indometacina puede disminuirse la eliminación renal del antibiótico con riesgo de toxicidad (por una posible reducción de su aclaramiento renal).
– Con carboxipenicilinas (piperacilina) se ha registrado inhibición del efecto antibiótico de ambos compuestos en pacientes con insuficiencia renal, por formación de compuestos biológicamente inactivos.
– Con sales de magnesio se puede incrementar el efecto bloqueante neuromuscular.

RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:
Embarazo
Los aminoglucósidos pueden producir daño fetal cuando se administran a mujeres embarazadas. Atraviesan la barrera placentaria y se tienen datos de sordera congénita bilateral irreversible, en niños cuyas madres han sido tratadas con aminoglucósidos, incluida la gentamicina durante el embarazo.
A pesar de que su uso no es recomendable en mujeres embarazadas, el beneficio terapéutico a alcanzar puede ser eventualmente superior al riesgo potencial teratógeno, pudiendo estar justificado su uso en tales casos, siempre bajo un riguroso control clínico.
Si el medicamento se utiliza durante el embarazo o la paciente queda embarazada durante el tratamiento, debe informársele de los posibles riesgos.
Lactancia
La gentamicina se excreta en pequeñas cantidades en la leche materna, aunque en caso de que la madre presente insuficiencia renal, los niveles de gentamicina en la leche aumentan apreciablemente. No obstante, los aminoglucósidos se absorben escasamente a través del tracto gastrointestinal y, por tanto, no es probable que el lactante absorba cantidades significativas de los mismos.
Se valorará si debe discontinuarse la lactancia durante el tratamiento, dado que no puede descartarse la posibilidad de reacciones adversas en el lactante. En caso de insuficiencia renal, deberá evitarse la lactancia.

SOBREDOSIFICACIÓN Y TRATAMIENTO:
Los síntomas más característicos de la sobredosis de aminoglucósidos son la aparición de sordera y/o alteraciones del equilibrio, insuficiencia renal y parálisis respiratoria.
Tratamiento de emergencia y antídotos
En caso de presentarse una reacción tóxica por hiperdosificación o acumulación, a tener en cuenta especialmente en pacientes con insuficiencia renal grave, la diálisis peritoneal o hemodiálisis pueden favorecer la eliminación del antibiótico. No se recomienda el empleo de diuréticos, especialmente del tipo de la furosemida, ya que podría agravar el proceso de insuficiencia renal.
Si se produjese una reacción de hipersensibilidad se suspenderá su administración, aplicándose al paciente el tratamiento específico adecuado a la naturaleza e intensidad de la misma (antihistamínicos, corticosteroides, adrenalina…).

DOSIFICACIÓN Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:
Vía de administración: perfusión intravenosa.

La gentamicina se administra por perfusión intravenosa durante un periodo de 30-60 minutos.

Antes de iniciar el tratamiento con gentamicina es aconsejable realizar un antibiograma. Si la gravedad del proceso lo requiere y el cuadro clínico permite sospechar una infección por microorganismos sensibles a gentamicina, puede iniciarse la terapia con gentamicina antes de conocer el resultado del antibiograma.
La dosis y pauta de administración se establecen según la gravedad de la infección, la sensibilidad del microorganismo responsable, la edad, el peso y el estado general del paciente. El rango terapéutico de la gentamicina está comprendido entre 5 y 10 microgramos/mL, siendo el pico no superior a 10-12 mg/mL (medido de 15 a 30 minutos después de la inyección) y el valle inferior a 2 mg/mL (medido justo antes de la dosis siguiente).

La pauta es la siguiente:

Función renal normal
Adultos: 3 mg/kg/día, administrada en forma de dosis única diaria o repartidas en tres dosis, 1 mg/kg cada 8 h.

Para el tratamiento de infecciones graves y en aquellos casos en que la susceptibilidad del germen es pequeña puede ser necesaria una dosis máxima diaria de 5 mg/kg. En infecciones respiratorias en pacientes con fibrosis quística dosis de 8-10 mg/kg/día están recomendadas.

Se recomienda una dosis de 2 mg/kg/día en el tratamiento de infecciones de las vías urinarias.

La duración usual del tratamiento con gentamicina es de siete a diez días, pero en caso necesario el fármaco puede administrarse durante períodos prolongados de tiempo, preferiblemente a dosis menores.

La administración en forma de dosis única diaria (3 mg/kg/día) por infusión intravenosa durante 60 minutos es una pauta posológica alternativa en pacientes adultos no neutropénicos y pacientes inmunocompetentes con una función renal normal.

La dosis única diaria será utilizada en las indicaciones clínicas donde se haya demostrado su eficacia.

Niños: la dosis es de 6 a 7.5 mg/kg/día (2-2.5 mg/kg administrados cada 8 horas).

Lactantes y recién nacidos de más de una semana: la dosis es de 7.5 mg/kg/día (2.5 mg/kg administrados cada 8 horas).

Prematuros o recién nacidos a término de hasta una semana de edad: la dosis es de 5 mg/kg/día (2.5 mg/kg administrados cada 12 horas).

Función renal alterada
Deben ser monitorizados para adecuar las concentraciones plasmáticas terapéuticas, bien disminuyendo la dosis o incrementando el intervalo de dosificación entre dosis.

Aunque la dosificación en este tipo de pacientes dependerá de la gravedad de la infección, de la sensibilidad del germen y del estado general del paciente, como orientación se puede adecuar la dosis en insuficiencia renal teniendo en cuenta los valores de creatinina sérica y aclaramiento de la creatinina endógena y aclaramiento plasmático después de una dosis de carga inicial de 1 mg/kg.

El aclaramiento de creatinina debe controlarse a intervalos regulares de tiempo con el fin de detectar nefrotoxicidad inicial y/o ajustar el régimen posológico de gentamicina.

PRESENTACIÓN:
Caja conteniendo 1 frasco de 100 mL.

RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO:
Consérvese en lugar fresco y seco a no más de 30°C.

LEYENDA DE PROTECCIÓN:
Mantener este y todos los medicamentos fuera del alcance de los niños.

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Con receta médica.
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