CÓDIGO ATC:
J01MA02.
INDICACIONES:
La ciprofloxacina está indicada en infecciones causadas por microorganismos sensibles a la ciprofloxacina, como las respiratorias causadas por Klebsiella, Enterobacter, Proteus, E. coli, Pseudomonas, Haemophillus y Staphilococcus. Otitis y sinusitis causadas por gramnegativos, incluyendo Pseudomonas y Staphilococcus. Infecciones en riñón y vías urinarias, en gonorrea, salpingitis, anexitis y prostatitis, en infecciones de piel, tejidos blandos, huesos y articulaciones, y en septicemia.
FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:
La ciprofloxacina se distribuye ampliamente en la mayoría de líquidos y tejidos corporales alcanzando altas concentraciones en hígado y vías biliares, riñón, pulmón, tejido ginecológico y prostático, orina, esputo, fagocitos, bilis, piel, grasa, y tejido musculoesquelético. El ciprofloxacino penetra hacia el líquido cefalorraquídeo pero sus concentraciones solo alcanzan 10% de las concentraciones plasmáticas, atraviesa la barrera placentaria y se excreta en la leche materna. Su vida media plasmática es de 3.5 a 4.5 h aproximadamente, la cual puede prolongarse en pacientes con daño renal severo y en personas de edad avanzada. Se liga a proteínas plasmáticas en un rango del 20 a 40%.
La excreción del ciprofloxacino se produce principalmente a través de la orina mediante filtración glomerular y por excreción renal, pero una tercera parte lo hace por vías extrarrenales a través de metabolismo hepático, excreción biliar y posiblemente por secreción transluminal hacia la mucosa intestinal. Se han identificado cuando menos 4 metabolitos activos, el oxociprofloxacino y el sulfociprofloxacino son los principales metabolitos que aparecen en la orina y en las heces respectivamente.
Sólo pequeñas cantidades de ciprofloxacina se logran eliminar por diálisis peritoneal y/o hemodiálisis.
La ciprofloxacina, como otras quinolonas, parece inhibir la síntesis de DNA, mediante la inhibición de la actividad de la DNA girasa (topoisomerasa II), una de las enzimas responsables del superenrollamiento negativo del DNA bacteriano.
REACCIONES ADVERSAS:
Efectos adversos frecuentes: náuseas, diarrea y dolor en las articulaciones en los niños.
Efectos adversos poco frecuentes: superinfecciones micóticas, concentración elevada de eosinófilos, pérdida del apetito, hiperactividad o agitación, dolor de cabeza, mareos, problemas de sueño o trastornos del gusto, vómitos, dolor abdominal, problemas digestivos como digestión lenta (indigestión/acidez) o flatulencia, aumento de la cantidad de ciertas sustancias en la sangre (transaminasas y/o bilirrubina), erupción cutánea, picor o ronchas, dolor de las articulaciones en los adultos, función renal deficiente, dolor en músculos y huesos, sensación de malestar (astenia) o fiebre, aumento de la fosfatasa alcalina en sangre.
Efectos adversos raros: inflamación del intestino (colitis) vinculada al uso de antibióticos (puede ser mortal en casos muy raros), cambios en el recuento de células de la sangre (leucopenia, leucocitosis, neutropenia, anemia), aumento o disminución de las cantidades del factor de la coagulación de la sangre (trombocitos), reacción alérgica, hinchazón (edema) o hinchazón rápida de la piel y las membranas mucosas (angioedema), hiperglucemia, confusión, desorientación, reacciones de ansiedad, sueños extraños, depresión o alucinaciones, sensación de hormigueos y adormecimientos, sensibilidad poco habitual a los estímulos sensoriales, disminución de la sensibilidad cutánea, temblores y convulsiones, problemas de la visión, tinnitus (zumbido de oídos), pérdida de la audición, deterioro de la audición, aumento de la frecuencia cardiaca (taquicardia), expansión de los vasos sanguíneos (vasodilatación), disminución de la presión arterial o desvanecimiento, dificultad para respirar incluidos síntomas asmáticos, trastornos del hígado, ictericia (icterus colestático), hepatitis; sensibilidad a la luz, dolor muscular, inflamación de las articulaciones, aumento del tono muscular o calambres, insuficiencia renal, sangre o cristales en la orina, inflamación de las vías urinarias, retención de líquidos o sudoración excesiva, niveles anormales del factor de la coagulación (protrombina) o aumento de las concentraciones de la enzima amilasa.
PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS:
Todas las quinolonas, incluyendo la ciprofloxacina deben de ser utilizadas con precaución en pacientes con enfermedades del sistema nervioso central o enfermedades cerebrovasculares, ya que son un factor de riesgo para el desarrollo de convulsiones, rebajando el umbral de aparición de estas. La ciprofloxacina es excretada en su mayoría por vía renal y debe ser utilizada con precaución en pacientes con insuficiencia renal. En estos sujetos las dosis deben ser reducidas. No es necesario un reajuste de la dosis en los pacientes de la tercera edad (> 65 años) cuya función renal sea normal. La ciprofloxacina debe ser utilizada con precaución en sujetos con enfermedades hepáticas tales como cirrosis.
La ciprofloxacina se debe administrar con precaución en pacientes que presenten deshidratación por la posibilidad de producirse cristaluria, al concentrarse excesivamente el fármaco en la orina.
CONTRAINDICACIONES:
Hipersensibilidad a la ciprofloxacina o a otras quinolonas. Niños o adolescentes en período de crecimiento.
INTERACCIONES:
Se ha demostrado que algunas quinolonas, entre las que se encuentra la ciprofloxacina, interfieren con el metabolismo de la cafeína. También se le han asociado con elevaciones transitorias de la creatinina sérica en pacientes que recibieron ciclosporina en forma prolongada. Se ha informado que las quinolonas potencian los efectos anticoagulantes de la warfarina o sus derivados. Cuando estos medicamentos se administran en forma prolongada, se deberá efectuar un estricto monitoreo del tiempo de protrombina u otros análisis de coagulación adecuados.
El probenecid interfiere en la secreción tubular renal de la ciprofloxacina y produce un incremento del nivel de ciprofloxacina en suero. Esto se deberá considerar en caso de que los pacientes estén recibiendo ambos fármacos en forma prolongada.
También hay interacciones con los siguientes medicamentos: antagonistas de la vitamina K u otros anticoagulantes orales, metotrexato, teofilina, tizanidina, clozapina, olanzapina, ropinirol, fenitoína, metoclopramida, ciclosporina y otros medicamentos que puedan alterar el ritmo cardíaco.
La ciprofloxacina aumenta los niveles en sangre de los siguientes medicamentos: pentoxifilina, cafeína, duloxetina y sildenafilo.
Los siguientes medicamentos disminuyen el efecto de la ciprofloxacina: antiácidos, omeprazol, suplementos minerales, sucralfato, un quelante polimérico de fosfatos, medicamentos o suplementos que contienen calcio, magnesio, aluminio o hierro. Si estos preparados son imprescindibles tome este medicamento aproximadamente dos horas antes o cuatro horas después de que haya tomado estos preparados.
RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:
Embarazo: si está embarazada, cree que podría estar embarazada o tiene intención de quedarse embarazada, consulte a su médico antes de utilizar este medicamento.
Lactancia: la ciprofloxacina se excreta en la leche materna tras su administración. Debido a las potenciales reacciones adversas graves en el lactante, está contraindicado el uso de ciprofloxacina durante la lactancia.
SOBREDOSIFICACIÓN:
No existe hasta el momento reporte de sobredosis con ciprofloxacina, pero se esperaría una acentuación de los efectos adversos.
No se conoce un antídoto específico. Por lo tanto el manejo incluye mediadas de soporte y tratamiento sintomático, manteniendo una hidratación adecuada.
Sólo pequeñas cantidades de ciprofloxacina se logran eliminar por diálisis peritoneal y/o hemodiálisis.
DOSIFICACIÓN Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:
Vía de administración: intravenosa.
La administración de ciprofloxacina es por infusión intravenosa a pasar en un periodo de 30 a 60 minutos.
Dosis para adultos:
Infecciones osteoarticulares, neumonías, infección de tejidos blandos y otras infecciones; 400 mg dos veces al día por vía intravenosa.
Infecciones del tracto urinario; 200 a 400 mg dos veces al día.
El tratamiento debe continuarse por lo menos 48 a 72 horas después de la desaparición de los síntomas. Para la mayoría de las infecciones, la duración del tratamiento recomendable es de 7 a 14 días y de 2 meses para la osteomielitis.
Niños: no se recomienda el uso de ciprofloxacina en menores de 18 años por los riesgos potenciales de causar artropatía. Sin embargo, se ha utilizado en niños a dosis de 10 a 20 mg por kg de peso cada 12 horas cuando se han agotado otras posibilidades terapéuticas.
PRESENTACIÓN:
Caja conteniendo 1 frasco vial de 100 mL.
RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO:
Consérvese en lugar fresco y seco a no más de 30°C.
Protéjase de la luz.
LEYENDA DE PROTECCIÓN:
Mantener este y todos los medicamentos fuera del alcance de los niños.