CÓDIGO ATC:
N02AA01.
INDICACIONES TERAPÉUTICAS:
La morfina está indicada para el alivio del dolor agudo o crónico, de moderado a severo, ocasionado por cáncer (fase pre-terminal y terminal) o por infarto agudo al miocardio. En el control del dolor postoperatorio, en pacientes politraumatizados y en aquellos con quemaduras.
FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:
El sulfato de morfina (SM) se absorbe rápidamente, aunque de manera variable, desde el aparato gastrointestinal. Después de su administración oral se encuentran concentraciones plasmáticas máximas entre los 30 a 120 minutos siguientes. La biodisponibilidad oral corresponde al 30%, con límites del 10 al 50%. El SM sufre metabolismo de primer paso.
Una vez en la sangre, el sulfato de morfina se une a las proteínas plasmáticas en alrededor del 36 %. El volumen de distribución aparente del sulfato de morfina es de aproximadamente 1-4.7 L/kg, lo cual indica que dicho fármaco se distribuye en los líquidos intra y extracelulares; además, se fija a todos los tejidos y especialmente al hígado, riñón, bazo, pulmones, intestinos delgado y grueso y músculos. No obstante que el sitio primario de acción del sulfato de morfina es el sistema nervioso central, en el adulto sólo pequeñas cantidades atraviesan la barrera hematoencefálica. La morfina atraviesa la barrera placentaria.
El nivel terapéutico (analgésico) plasmático del sulfato de morfina es de alrededor de 65 mg/mL, mientras que el nivel plasmático letal es de aproximadamente 500 mg/mL. La biotransformación del sulfato de morfina se lleva a cabo, principalmente, por el sistema microsomal hepático, aunque también ocurre metabolismo intestinal. A nivel hepático, el sulfato de morfina sufre N desmetilación. Tanto la morfina como la fracción desmetilada se conjugan con el ácido glucurónico, a nivel de los hidroxilos 3 y 6, produciendo metabolitos activos e inactivos. Los principales metabolitos de la morfina son el M3G y M6G (morfina-3-glucurónido y morfina 6 glucurónido). El M3G es el principal metabolito; además de ser inactivo, parece antagonizar el efecto analgésico de la morfina. En contraste, el M6G resulta activo, e incluso muestra mayor potencia que la morfina. La excreción del sulfato de morfina se lleva a cabo, principalmente, por filtración glomerular. Sólo una pequeña cantidad de sulfato de morfina se excreta intacta (menos del 8%) y el principal metabolito eliminado es la morfina-3-glucurónido. Pequeñas cantidades son excretadas por la bilis (menos del 10%), y se presenta circulación enterohepática tanto del sulfato de morfina como de sus glucurónidos. Asimismo, se encuentran cantidades mínimas en el sudor, jugo gástrico y en la leche materna. El tiempo de vida media del sulfato de morfina es de aproximadamente 2 horas. Debido a que el sulfato de morfina sufre metabolismo de primer paso, su efecto es inferior cuando se administra por vía digestiva, en relación con las vías parenterales. Se calcula que la potencia del sulfato de morfina por vía oral es de aproximadamente un sexto respecto a la vía parenteral, y su biodisponibilidad de aproximadamente el 25%. La forma de la curva tiempo-efecto varía también con la vía de administración, de modo que la duración de la acción es algo más prolongada cuando se utiliza la vía oral.
Mecanismo de acción: la morfina produce analgesia mediante la interacción con los receptores opioides en el sistema nervioso central (SNC). Los opioides interactúan con sitios de unión estereoespecíficos en el SNC y otros tejidos, cuya mayor densidad se encuentra en el sistema límbico, el tálamo, hipotálamo, el mesencéfalo y la médula espinal. Sus efectos pueden resultar en mimetización de las acciones de las encefalinas, betaendorfinas y otros ligandos que ocupan los mismos sitios de unión. Esas acciones parecen involucrar alteraciones en la velocidad de liberación de neurotransmisores. En el sistema nervioso, los opioides inhiben la liberación de acetilcolina, noradrenalina y sustancia P.
REACCIONES ADVERSAS:
De acuerdo con la dosis y susceptibilidad de los pacientes, puede ocasionar depresión respiratoria, dependencia física o adicción psicológica, tolerancia, somnolencia, confusión, delirium, euforia, disforia, náuseas, vómito, estreñimiento, aumento de la presión intracraneana, efectos cardiovasculares (bradicardia, hipotensión), prurito y, más raramente, fenómenos de hipersensibilidad acompañados de urticaria, rash y reacciones anafilactoides; además, puede causar pérdida del equilibrio.
PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS:
La administración de morfina en pacientes debilitados, ancianos y en niños menores de 7 años deberá realizarse con extrema precaución y bajo prescripción de un médico familiarizado con el uso de morfina.
La administración de la morfina puede producir hipertonicidad de la musculatura lisa provocando cólico biliar, dificultad para la micción y retención urinaria. Los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica o crisis asmática pueden desarrollar insuficiencia respiratoria aguda, la cual puede antagonizarse con naloxona.
Recuérdese también que al incrementar la contracción del esfínter vesical con el uso de morfina, se puede originar retención urinaria sobre todo en enfermos de la próstata.
CONTRAINDICACIONES:
La morfina está contraindicada en pacientes hipersensibles al principio activo. Embarazo y lactancia.
INTERACCIONES:
Se han reportado interacciones con depresores del sistema nervioso central (alcohol, sedantes, antihistamínicos, antidepresivos inhibidores de la monoamino oxidasa, tricíclicos, fenotiacina y butirofenonas), los cuales pueden potenciar sus efectos. Además, los relajantes musculares intensifican los efectos depresores. La administración concomitante con neurolépticos incrementa el riesgo de depresión respiratoria.
RESTRICCIONES DE USO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA:
El empleo o administración de morfina durante el embarazo o la lactancia está contraindicado.
SOBREDOSIFICACIÓN Y TRATAMIENTO:
Las principales características clínicas de una sobredosis incluyen depresión respiratoria que puede conducir al paro respiratorio, coma e hipotensión. La sobredosificación leve involucra síntomas como náuseas, vómito, temblor, miosis, disforia, hipertermia, hipertensión, confusión y sedación. El manejo de la sobredosificación incluye apoyo ventilatorio y administración de naloxona (0.4 mg) y su repetición a intervalos de 10 a 15 minutos hasta una dosis máxima de 1.2-1.6 mg y/o nalbufina (0.4 a 2.0 mg) con intervalos de 2 a 3 minutos, con una dosis máxima de 10 a 20 mg.
DOSIFICACIÓN Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:
Vía de administración: oral.
• La dosis y el intervalo del tratamiento debe ser individualizado según la condición y respuesta del paciente.
• Es necesario prestar atención al tratamiento analgésico previo (dosis, frecuencia, potencia), el grado de tolerancia a los opioides, condición médica general, tipo y severidad del dolor y factores de riesgo de abuso y adicción del paciente. Debe reevaluarse al paciente continuamente especialmente en el tratamiento de dolor crónico.
Neonatos: tratamiento de dolor y sedación, de 0.125 a 0.225 mg/kg/ 6 horas.
Lactantes y niños: de 0.2 a 0.5 mg/kg/4-6 horas.
PRESENTACIONES:
Caja conteniendo 1 frasco de 100 mL.
Caja conteniendo 1 frasco de 250 mL.
RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO:
Consérvese en lugar fresco y seco a no más de 30°C.
Protéjase de la luz.
LEYENDA DE PROTECCIÓN:
Mantener este y todos los medicamentos fuera del alcance de los niños.